Kung Fu en la montaña

Estaba en medio del bosque, con los ojos cerrados y con una forma del Kung Fu. Parecía pensativo, tranquilo y sereno, que por otro lado, su mono estaba colgado de una rama observándolo silencioso para no desconcentrarle. Aún con los ojos cerrado, el moreno empezó a moverse lento, muy lento y con movimientos determinados y precisos, que cuando tenía que dar un puñetazo o una patada en el aire, lo hacia con gran rapidez.
Inspiró aire para soltarlo suavemente mientras volvía de nuevo a la posición de la técnica, aún concentrado y después volver a empezar, pero siempre con los ojos cerrados.

*Desde las alturas unos ojos grandes bicolores observaban detenidamente el panorama de la montaña. El abatir de las amplias alas del animal se hacia sonoro, no tenia intenciones de ocultar su presencia ya que solamente mantenia un recorrido diario, lo mismo ocurria con el sonido constante de la suela de unos zapatos que chasqueaban contra el suelo un sin fin de veces, estos eran pertenecientes a las botas de cuerina de la joven ilusionista de los Vongola, Chrome Dokuro* Pequeñin...!! No puedo seguirte el paso nee nee!! *A medida que avanzaba su trayecto siguiendo a su animalito, sus pasos tenian que tornarse forsosamente mas rapidos para seguirle el ritmo, asi fue como habia pasado toda la mañana, corriendo detras de su querido compañero. En un momento se pudo observar como el ave se detuvo volando en circulos en el medio del bosque que se encontraba detras de las montañas y ya que la joven le seguia el paso lo mas rapido que podia no demoro en llegar al lugar del destino que indicaba. En ese momento fue que vio con su unica orbe lila expuesta al mono albino que colgaba de la rama de un arbol* K-ka...Kawaii danne! *Sentia un amor infinito por los animales, en especial los que se veian tiernos como ese monito, asi que rapidamente extendio sus manos hacia el colocandose previo sobre una roca cerca al arbol, y asi tomar al monito entre sus brazos con sumo cariño* Tienes dueño kawaii pequeñito? *Le hablo al mono como si este le pudiera contestar*

El mono pegó un bote del susto que se llevó al ser cogido por la chica, pero al verla se tranquilizó de golpe y le sonrió ampliamente para señalarle a su amo, Fon, ese chico moreno de altura alta y practicando su Kung Fu con los ojos cerrados. Seguido de eso, el mono se llevó el dedo a sus labios señalando silencio para no desconcentrar a su dueño aún sin borrar su sonrisa amplia y juguetona, mirando a aquella chica de sonrisa bonita y tímida.

*Al comprender la expresion del monito cual se habia asustado, coloco de inmediato la diestra sobre la cabecita de el animalito para acariciar su suave pelaje varias veces. Con la señalizacion que realizaba el pequeño, sus labios se vieron sellados por completo para guardar silencio, volviendo su mirada hacia el frente donde se encontraba el Maestro de las artes marciales. Por unos instantes se paralizo al pensar que estuviese molestando en su entrenamiento, por lo que rapidamente intento resguardarse detras del tronco de uno de los arboles del bosque para observarlo con timidez desde ese punto. A pesar de ello intento musitar unas pocas palabras * A-anno... *Desde su punto dibujo una dulce sonrisa en sus delicados labios, cuando se decidio a interrumpir* F-Fong-Sama Oha...Ohayo g-gonzaimas! *Intento sostener una voz firme a pesar del tartamudeo que mantenia al divisar una figura tan importante como la del Arcobaleno*

Al escuchar su nombre de una delicada voz, acabó con la posición inicial dando un profundo suspiro para ir abriendo suavemente sus ojos y ponerse recto, a la vez que miraba a la muchacha escondida tras de un árbol, que al verla le sonrió dulcemente saludándole con la mano.

-Ni jao, Chrome-chan -Dijo su nombre con gran delicadeza a la vez que se acercaba a ella lentamente.

Rie suavemente para mirarla fijamente.

-No te preocupes, iba a terminar en el momento en que me llamaste -No borra su sonrisa hasta notar como su mono saltaba hacia sus brazos y se agarraba a su camiseta oriental.- Y digame, Chrome-chan, ¿Qué haceispor estos lugares?

*Recobro su posicion normal, dejando que su dulce sonrisa prevaleciera siempre* Etto... Todas las mañanas salgo a correr tras mi pequeño*Cuando incito estas palabras el buho que desde un inicio se mantenia de vuelo, descencio hasta posarse en el brazo diestro de la ilusionista* Aunque no lo paresca los buhos tienen muchisima energia nee! anno ¿ud siempre viene a entrenar por aqui Fong-sama? *Sus gentiles facciones se volvieron curiosas al preguntarle*

-Casualmente suelo venir, suelo entrenar en distintos sitios -Miró al buho para acariciar su cabeza cuidadosamente.- La verdad es que los buhos son grandes observadores tras el silencio donde se esconden -Halaga al animal para mirar posteriormente a la chica.

Domo arigato, seguramente mi pequeño debe estar agradecido por el halago *Con el simple chasquido de sus dedos alcanzo para materializar una galleta dulce de ilusiones iniciales para entregarsela al monito que estaba entre los brazos del Arcobaleno* F-Fong-sama... ¿Acepta alumnos? No me vendria nada mal unas clases de Artes marciales, dada las tecnicas que uso mi cuerpo es debil nee *Al decirlo se aferro a su tridente, era el unica arma que tenia y la unica defenza fisica que poseia*

El mono al ver las galletas no dudó en tirarse a ellas para empezar a comerlas, añun agarrado a su dueño. A la vez, Fon miraba a la chica hasta centrarse en el tridente.

-Claro que acepto alumnos, pero te entrenaré para que mejores con el tridente... ¿Sabes hacer algo con él?

Ps... *La joven se encogio de hombros tras separar sus labios para supirar ligeramente* N-no tengo demasiadas habilidades que... Que salgan de los ataques directos y del estoque nee... *Tomo con la diestra su tridente, usando sus delicados dedos para hacer que este diera varios giros rotando sobre si mismo, terminando por clavar sus tres extremos filosos en el suelo* S-solamente puedo hacer cosas basicas como movimientos basicos nee...

-Es de lo básico de lo cual se aprende -Le sonrió para hacer que el mono se apartara, seguido de eso el chico agarró a la chica delicadamente para que estuviera delante de él y así poner el tridente entre sus manos.- De lo básico te enseñarélas cosas complicadas, solo que en un día no se aprende muchas cosas -Le dice a la vez que hace que el tridente gire suavemente sobre las manos de la chica, cambiando de mano en mano el arma.

*Quedando proxima al Arcobaleno, bajo levemente su perfil. Ser deficiente con la unica arma que poseia era algo que le frustraba* A-atashi... Dare lo mejor para comenzar desde el inicio nee! *A pesar de su actitud normalmente callada, se mostraba altamente positiva. Entre sus manos nuevamente tomo el tridente, haciendolo rotar sobre si mismo con la diestra, pasandolo en el unico intervalo libre hacia su zurda para reiterar el movimiento* Anno... asi esta bien Sensei? nee~

-Si, ahora, prueba con más rapidez -Le sonríe para poder ver si podría ella hacer una técnica con aquel tridente.

Aún así no se apartaba de ella por si algo pasara.

H-hai!! *Asintio rapidamente con su rostro conforme movio sus dedos con mayor rapidez haciendo que su tridente se esfumara en un circulo de 360º por la velocidad de sus acciones, hasta que en un momento tomo con firmeza su arma para dirigirla de forma frontal dando simultaneos estoques al aire, inclusive tajando el mismo por la friccion del metal afilado con las brisa fresca* Aww... Aun me queda... De-demasiado por aprender nee...

Se puso pensativo un rato, mirando cada detalle de la chica hasta ver el anillo de su dedo.

-Guardiana de la niebla... ¿Sabes hacer ilusiones?

H-hai... Demo... *Su voz nuevamente se torno tartamuda. Realmente sabia hacer ilusiones pero se consideraba bastante inexperta en ese arte a comparacion de su maestro* Mu...Mukuro-sama... *Tan solo con pronuciar el nombre del ser que le mantenia con vida, hizo que sus mejillas enrojecieran inevitablemente* Aun me falta demasiado para... Para poder considerarme como la Guardiana del a niebla... Mis ilusiones son basicas, la unica persona que en verdad merece ese titulo es... Mukuro-sama...

Arqueó las cejas al ver su rubor hasta sonreír.

-Ya veo... Vuelve a girar tu tridente, y en ese tridente imagina que salga un fuerte viento que pueda destrozar todo aquello -Le señala los árboles de delante de ellos.

Abrió los ojos de par en par y al ver el destroce le aplaudió para sonreirle gentilmente.

-Muy bien, creo que si fueras más segura en ti misma, podrías ganar tu sola a bastantes rivales

-Nijao, Bianchi -La saluda con la típica reverencia de su país y sonreírle como costumbre suyo.- La estaba entrenando por petición suya, ¿Y usted?

*Al ver Bianchi sonriio ampliamente, dejando caer su tridente para bajar cualquier nivel de amenaza y aproximarse rapiidamente hacia eiia con la diiestra en alto como saludo* Ohayo Bianchii-Sama nee!! *Se mostro animada ya que en su viaje hacia el futuro se habia convertido en gran amiga de ella, aunque ella no lo sabia*