Mision de Rescate.

-El Joven de nivaceos cabellos conocido como Byakuran líder de la famiglia Millefiore, yacía sentado comodamente sobre el sofá mullido que se prestaba cerca del escritorio amplio de luminosos tonos como toda la habitación que le rodeaba. Él dedo índice de la siniestra del ser se vió señalando una hoja de papel que se encontraba sobre la tabla del mueble, cual tenía inscripta una serial de información de los primeros Vongolas.- Jajá... Tanoshi... -Acotó por lo bajo volviendo su mirada en dirección a la puerta que conectaba con el pasillo de la base, divisando como la figura de los ancestrales fundadores Vongola de un modo inexplicable se encontraban tangibles en ese momento y lugar preciso; sonriendo así completamente con la típica malicia que cargaba su expresión nefasta.- Veamos que podrán hacer los Vongolas ahora... -A la marcha, dejó que el mismo índice fuese expulsor de una mínima cantidad de su llama de la última voluntad, sellando de un toque aquella hoja de papel cual enrrolla posteriormente.- Nadie más sabrá su hubicación... Ver sus desesperados rostros será tan divertido...




[ Objetivo: Encontrar a Giotto y el resto de los primeros Vongolas. Que comienze la saga~ ].

*En el interior de la institucion conocida como la secundaria Kyokuyo cual como siempre tenia su aspecto deplorable por el abandono, se encontraban las cortinas lilaceas extensas del segundo piso, donde se observa la figura delgada de la guardiana de la Niebla. Esta estaba observando con su unica orbe expuesta el panorama del patio escolar, al decir verdad no solia hacer mas que eso, "observar". La brisa serena de la mañana mecia onduladamente sus cortos cabellos lo cual le hacia cerrar su ojo de a lapsos como si se adormeciera. Antes de recaer en el mundo de ensueños en el marco de la ventana por tal tranquilidad, sintio un sonido proveniente de su reloj pulsera, esto se mostro paralelamente a una fuerte jaqueca que tomo su mente* Hai~ Mukuro-sama... *El evento del sonido que destruyo su paz, se trataba de un mensaje de tecnico Vongola solicitando su presencia, a lo que sin mas tardar respondio, incrustando asi el tridente de titanio que poseia en el suelo, notandose como su figura desaparecia entre una delgada capa de niebla simultaneamente hacia su entrada en el centro de la base Merone donde fue realizado el llamado* Chrome Dokuro guardiano della nebbia reportandose...

¡HOME RUN! -Se escucha desde lejos en el campo de béisbol de Namimori. Es la voz del mismísimo guardián de la lluvia de la familia Vongola que grita al realizar la citada proeza en su deporte favorito, con una amplia sonrisa en su rostro. Pero no tiene más de unos segundos para celebrarlo con sus compañeros de juego, que disfrutan tanto como él del deporte, puesto que justo en ese momento oyó entre las risas un sonido proveniente del reloj de muñeca que habia dejado para jugar sobre su mochila con otras de sus pertenencias. Camina deprisa hasta ellas pidiendo un tiempo con gestos de mano y una vez ahí toma el reloj especial para leer el mensaje que le habian enviado.- ...Una reunión... habrá que acudir. -Murmura al tiempo en que se pone en pie, tomando sus cosas de nuevo. Tras disculparse rápidamente con los demás sin dar ninguna explicación sale corriendo del lugar... en dirección al vestuario, para aprontarse lo antes posible y poder dirigirse a la base en cuestión sin mayor dilación.-

*el Vongola de cabellos rubios vestia un terno negro de algodon fino y una capa hecha de material de la ultima voluntad este yacia en una camara que absorbia llamas de la ultima voluntad ,se encontraba en la base de los millifieore rodeado por los primeros Vongola que se encontraban durmiendo mientras este se comienza a despertar lentamente sus orbes de color marron se situan hacia los presentes vongola mirandolos con desesperacion al no saber donde se encontraban .*Donde estoy ... mi famiglia se encuentra encerrada?* al decir esto mis ojos enfocan la mirada en un joven de vestimenta blanca con un aura maligna mirandolo. Mientras quedo perplejo bajo la mirada de este ,noto una precencia familiar a los primeros vongola la cual haria tranquilizarme un poc y dejar una sonrisa de medio labio *vendran ellos vendran *diria en su mente para luego cerrar sus ojos y comenzar a meditar mientras se debilitaba aun mas *apresurense vongolas...

El día seguía avanzando poco a poco, mientras en la habitación principal de la mansion Varia, cerca se observaba un guante blanco dejado a propósito en una de las mesas que adornaban amenamente el lugar, frente a este un hombre alto, vestido con una hermosa chaqueta de cuero oscura decorada con lineas claras y el característico escudo de Varia se miraba fijamente al espejo.- Pero que tenemos aqui.- Tomando un sepillo con cuidado comienza a peinar su alzada cabellera rojiza.- Perfecto~... uhn?.- De repente la gran pantalla de la habitación se encendió sin previo aviso mostrando un mensaje que llama rapidamente su atención.- Merone...? .. parece que algo interesante esta por pasar nee~.

kero...*diria en voz baja un chico de cabellos verdes ocuro y sombrero con rostro de rana de ojos azules, aciendo juego con sus ojos aguamarina, vestido con un traje blanco con pecularies rayas negras * aa...otra ves....*[i]diria al son de comenzar a caminar hacia la base Varia para reportarse, abriendose camino por el espeso bosque donde se encontraba observando las ranas de el pantano*

El ambiente parecía estar muy tranquilo, pocos sonidos interrumpian la paz de aquel balcón en la mansíon Varia, el viento lanzaba refresacantes brisas que agitaban con suavidad la cabellera azul de aquella negra figura.-Mmmm...parece que mis acciones siguen creciendo...-Dice esvozando una sonrisa entre aquellas marcas triangulares azules y alargadas que siempre adornaban su rostro. el sonido de varios dedos tecleando frente aquel monitor se vio interrumpido por un mensaje.-Mmm?...parece que siempre tienen que interrumpir mi trabajo...-Dice abriendo aquella ventana-...?...mm..me temo que debo ir...-Decía mientras apagaba y cerraba aquella computadora y la guardaba en la balija azul que siempre colgaba tras de ella poniendose de pie dejando ver una clase de vestido negro con un chal igualmente oscuro- mm...quien sabe...talvez pase algo interesante...-Acomodando el gorro oscuro que siempre cubria la parte superior de su rostro se retira caminando fuera de aquel balcón.

-El rubio Arcobaleno que vestia un traje militar se encontraba descanzando a los tenues rayos del sol de la mañana sobre una roca de Mafialand. De su nariz salia una burbuja en señal que dormia profundamente con sus ojos turquecinos bien abiertos, atento a cualquier cosa, aunque su siesta no dura mucho ya que su Pacificador azul comenzo a brillar en ese momento mostrando una señal de la base Merone, los Pacificadores mediante llamas de la ultima voluntad podian trasmitir imagenes digitales como la que veia en ese momento que lo desperto en un segundo- Ese maldito Byakuran, Kora! -Se coloco en pie rapidamente llamando de un silvido a su aguila Falco para que lo tomara de su gran cabeza y asi dirigirse a la base Merone, teniendo su gran fusil recien pulido atras de su espalda cargandolo-

-Tranquilo, serenado, y con un mal humor permanente seria la actitud del joven el cual estaria "paseando" tranquilamente, sin ningun tipo de prisa por aquella zona, la que seria las calle de la pequeña ciudad, unas calles cercanas a casa de Tsunayoshi, pues se habia autoimpuesto la tarea de salvaguardar y patrullar la zona cercana a aquella, teniendo colocada ambas manos en el bolsillo cuando de repente, sus oidos captaron aquel sonido, era el pitido de aquel reloj, no le gustaba cuando sonaba, nunca eran buenas noticias, mas aun asi, como Guardian de la tormenta de los vongolas, era su deber, asi que con desganas llegaria a observar el mensaje que le habrian mandaro. De repente el viento se volvio frio para el joven, como imaginaba, nada bueno- ¡Argh! Tendre que ir a esa reunion...-Diria ligeramente resignaro el joven, mas bien fingiendolo, en su foro interno deseaba poder detener aquella situacion, y es mas, estaba dispuesto a hacerlo, para ello iria, y rescataria a sus compañeros, asi pues, llevando unicamente lo que el joven habria llevado puesto en aquel momento, que realmente, no era poco, pues habia venido en una mision para asegurar la zona, asi que tendria suficientemente bien todo, tanto armas como...¿mas armas? que mas daria, con su dinamita y sus cajas, y por supuesto su anillo vongola el joven simplemente comenzaria a caminar hacia la base encomendara para la reunion, sin llegar a una carrera pero su paso no seria precisamente corto, dando patadas a cuantas latas se encontrara, y soltando varias maldiciones por el camino.