Unos pasos se acercaban al lugar donde el arcobaleno tomaba su siesta, con una mano en el bolsillo y otra sosteniendo una nota el hombre se acercaba de a poco, al llegar a la sala principal de la Mansion Varia se detuvo tranquilamente sonriendo al ver a su compañero descansar, suspira.- Ah, Mammon-san nunca sabe cuando descansar.- Cerro el aparato frente a el y lo acomodo en el sillon apoyando su cabeza delicadamente en un cojin que se encontraba cerca.- Los días an estado muy tranquilos, ah que buenos tiempos hay ahora.- Dice mientras se acerca al gran monitor recordando viejos encuentros que este guardaba.